Este café se produce mediante un innovador proceso lavado experimental que incluye una oxidación en cereza de tres noches, flotado y doble fermentación de 48 horas, resaltando notas como: maracuyá, limón y cocoa. Su secado se realiza en dos días al sol y dos semanas en sombra total sobre camas africanas. Gracias a los productores Javier Jiménez Segundo y Ricardo Cornejo, cada taza refleja la rica tradición y el terruño de Tacámbaro.
Este café crece entre árboles de aguacate, aportando un valor adicional y promoviendo un entorno agroforestal sostenible. De esta manera se busca prevenir la tala de bosques y fomentar prácticas agrícolas responsables.